viernes, 25 de marzo de 2011

Detectan materia un milisegundo antes de caer en un agujero negro


Impresión artística del agujero negro Cygnus X-1 devorando el gas de una estrella supergigante

Astrónomos del observatorio de rayos gamma Integral de la Agencia Espacial Europea (ESA) han observado materia extremadamente caliente apenas un milisegundo antes de caer en el interior de un agujero negro. Además, por primera vez, los científicos han identificado unos campos magnéticos en las cercanías de estos colosos espaciales que permiten que parte de esa materia pueda escapar de la inevitable atracción y ser lanzada de nuevo al espacio. Este fenómeno ya se conocía, pero nunca antes había sido observado con tanta precisión.

«Nadie querría estar tan cerca de un agujero negro», afirman con razón los investigadores. En efecto, apenas a unos cientos de kilómetros de su letal superficie, el espacio es un infierno de partículas y radiación, completamente insoportable. Vastas tormentas de partículas provenientes de objetos cercanos, como las estrellas, llegan a su final casi a la velocidad de la luz, elevando la temperatura a millones de grados.

Las partículas necesitan apenas un milisegundo para cruzar esa distancia final. Ser devoradas por el coloso espacial parece inevitable, pero los investigadores han confirmado que puede haber una esperanza para una pequeña fracción de las mismas. Gracias a las nuevas observaciones de Integral, los astrónomos han identificado que esta región caótica cercana a los agujeros negros está tejida con campos magnéticos muy estructurados, que forman un túnel de escape para algunas de las partículas que parecían condenadas.

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